Por José María Sendra.
O más o menos; o lo que venga; o lo que nos dejen; o lo que nos obliguen. Los próximos 15 días iremos desvelando un listado con los 15 mejores jugadores de la era moderna del Real Club Celta. El algoritmo, que no existe, ha calculado la lista en función a su impacto en el campo y a la importancia en nuestro ideario. Y como toda lista de este tipo es una mentira en sí misma, pero la cuarentena todo lo permite.
Échenos una mano, disfrute y haga la suya, y si es el caso, díganos lo equivocados que estamos, que tiempo tenemos para pensar en este y en otros dramas mucho peores.
8. El Portero

Temporadas : 2000/2001 a 2004/2005
Partidos: 121 en Liga, 7 de copa de la UEFA, 6 en Champions League, 6 en Copa del Rey
Sin portero no vamos a ningún lado. En aquella racha que casi se lleva por delante al Toto, en aquella semifinal ante el United en la que los dos goles de los diablos rojos fueron evitables esa frase siempre acababa siendo pronunciada.
Pablo Oscar Cavallero ha sido, sin duda, el mejor portero de la historia moderna del Celta. Sólido arriba, rodilla plantada en tierra al estilo argentino cuando un delantero encaraba, y aquellas paradas que suman puntos, aquel santo que como le pasaba al mejor Casillas evitaba un tanto rival y que moralmente eran goles a favor. Sobrio como pocos, titular en la selección argentina que fue como favorita a Japón y Corea en 2002 y volvió trasquilada.
Una tarde noche de domingo de Otoño en Valencia, el Celta de Lotina se plantaba en Mestalla rocoso, abandonada ya la idea de la lírica de Fernandez, aquella noche se pitaron tres penaltis, se fallaron todos. Cavallero en una actuación soberbia detuvo dos penaltis a Ruben Baraja, y aquello fue solo la punta del iceberg. Sobrio, dominante y transmitiendo seguridad a la zaga, aquella noche aunque quedasen muchos meses comenzó a certificarse la clasificación para la Champions League, ese caramelo envenenado que llevó al club a segunda.
Tenía que haber un portero en esta lista, Cañizares tuvo una temporada espectacular en Balaidos, Pinto fue con sus carencias y estridencias un hombre querido en Vigo y de buen rendimiento y Maté fue esencial en la historia del Club, pero Pablo Cavallero ha sido el mejor, plata olímpica y parte de aquel Celta que mató de éxito unos años dorados. Se marchó como muchos por la puerta de atrás en una época convulsa y mal gestionada y de la que casi ninguno salió bien. No apaga eso su condición de leyenda, esperemos, soñemos con qué Rubén pueda alcanzar las cotas de este argentino de Lomas de Zamora que durante 4 años calló cualquier debate en la meta celeste.
No soy el mayor fan del Gato de Catoira pero el párrafo sobre lo de Manchester creo que sobra… No voy a dar lecciones de como hacer vuestro trabajo pues sabréis más de periodismo que yo, pero creo que si pretendéis haceros un sitio entre los periódicos digitales de Vigo, debería primar la rigurosidad (y ya no digo nada sobre las falta de ortografía del texto).