Uno di noi

Mallo y Aidoo en un entrenamiento. Foto: RC Celta.

«Esta expresión italiana comenzó a popularizarse en el entorno celtista con la aparición de aquel núcleo de canteranos que sentó las bases del último ascenso. Sergio Álvarez aquel maravilloso celtista, sonriente y amable pero pésimo guardameta era uno di noi; Denis, el ahora señalado por la directiva, era uno di noi; Hugo Mallo es, sin duda, uno di noi»

No es lo mismo que el culpable de una situación sea el vecino o uno mismo. Todos nosotros tendemos a eximirnos responsabilidad, a buscar fuerzas incontrolables que nos obligan a fallar, el entorno y las circunstancias de cada uno, que siempre condicionan, acaban siendo perfectas puertas para buscar salidas airosas.

Por la banda izquierda de Galán, jugador del que quizás esperábamos algo distinto, ha recibido el Celta de Vigo 1 gol en esta liga, en el costado opuesto se han generado 10 goles en contra del conjunto celeste. Uno di noi.

Esta expresión italiana comenzó a popularizarse en el entorno celtista con la aparición de aquel núcleo de canteranos que sentó las bases del último ascenso. Sergio Álvarez aquel maravilloso celtista, sonriente y amable pero pésimo guardameta era uno di noi; Denis, el ahora señalado por la directiva, era uno di noi; Hugo Mallo es, sin duda, uno di noi.

¿Hugo Mallo es sin duda uno di noi, no? Jamás ha levantado Hugo la voz contra la directiva o el club, sí que ha criticado velada y descaradamente en ocasiones la actitud de la afición, de la ciudad de Vigo e incluso la de algunos compañeros, curioso, diría uno que ese es precisamente el comportamiento de uno de los nuestros. A cambio a Hugo jamás se le ha ni si quiera cuestionado. Es curioso que tras tantos años el lateral pocas, poquísimas, hayan sido las ocasiones en que se dudase de su rendimiento, pareciera que una cosa va ligada a la otra.

Da la sensación de que como en una familia de esas que hay en el sur de Italia o en la lejana Nueva York, si alguien no es uno di noi puede pagar el pato en la casa celeste. Radoja, Okay, David costas, Emre Mor, Jonny, Jorge Sáez o Sergi Gómez tienen en común haber estado apartados de la disciplina del primer equipo con contratos en vigor, y haberlo estado por no querer aceptar las condiciones de la familia que posee al cuadro vigués.

Parece más importante la lealtad inquebrantable que el rendimiento; diríase por la estadística mencionada en el segundo párrafo que el Celta tiene un agujero evidente en el lateral derecho. Nada más lejos de la realidad. De Sergio Carreira podrían decir las malas lenguas que es el canterano con más hechuras de primer equipo en la actualidad. Pero fue apartado de los entrenamientos hasta que aceptase la oferta de renovación de la entidad celeste. Su historia está temporada culmina con un excelente trabajo en la Segunda División una vez aceptados la ampliación de contrato que exigía el club. ¡Diablos! Nuevamente parece que una cosa va ligada a la otra.

Iago Aspas, Denis Suárez, Miguel Rodríguez y Gabri Veiga fueron amenazados con no ser recibidos en el despacho de Carlos Mouriño si no cambiaban de representante, sin comillas, sin anestesia, mensaje claro y directo, como la cabeza de un caballo en tus sábanas.

Chantaje, amenazas, silencios a las críticas… Aún queda una última parte: los buenos, los que si son obedientes tienen premio, el continuo retorno de Murillo, la marcha de Oscar García en cuanto comenzó a mover sillas calientes y desafiar a cierto tótem de la plantilla, la falta de crítica a jugadores veteranos de la plantilla o las decisiones de la directiva completan el tridente.

No seré yo, ni me permitirían en este medio tan respetuoso, quien reproduzca aquella broma pesada de unir el apellido del presidente haciendo chanza con una organización criminal italiana.

El señalamiento, el linchamiento y chantaje, la amenaza con la que el club suele tratar al que no acepta sus exigencias puede que termine explotando en dificultades para el futuro. Imaginen ustedes si pueden elegir su futuro laboral si serían quien de irse a una empresa en la que es usted uno di noi, o es el enemigo.