El Celta suma un punto en el Nuevo San Mamés sostenido por Rubén y los centrales
La victoria del Mallorca ante el Valencia devuelve a los vigueses a los puestos de descenso
Fue un punto de sufrimiento inusual. Una defensa panza arriba del botín adquirido al inicio del segundo tiempo, con un zurdazo de Rafinha que volvía a poner a los celestes por delante. Algo demasiado habitual esta campaña y que luego no se traduce en los tres puntos.
Desde ahí, desde ese certero zapatazos, poco más se vio del Celta, salvo una defensa numantina sostenida, fundamentalmente, por los dos centrales. Mención especial para Murillo, que con apenas dos entrenamientos con el resto de sus compañeros se agigantó hasta hacer del todo inefectivos las decenas de centros bilbaínos.
Solo uno de ellos acabó en gol. Y no de modo directo. Lo hizo gracias a una mano infantil de Fran Beltrán. Penalti y empate de Raúl García. Y más sufrimiento hasta el final, para arrancar, eso sí, un valioso punto. Uno de esos que dejan un regusto dulce entre los dientes pese a que el equipo retorna a puestos de descenso tras la victoria del Mallorca en casa ante el Valencia.
Se comprime la tabla por abajo: cuatro equipos en apenas cuatro puntos. Y el Celta sigue sin vencer en el Nuevo San Mamés. Sin embargo, una mezcla inusual de carácter y resistencia invitan, por una vez, al optimismo. Al menos hasta el próximo domingo.