Teófilo es un joven manchego, soldado del ejército republicano. En las trincheras hace amistad con Gervasio, un joven madrileño. Como Teófilo nunca recibe correspondencia, Gervasio convence a su prima Aurora para que ejerza de «madrina de guerra», como hacen los nacionales: es decir, que escriba a Teófilo como si fueran amigos, para que reciba cartas animantes en el frente, y tenga también con quién desahogarse de las dificultades en primera línea de guerra. Esa amistad crece sin que los dos se den cuenta, y es casi el único consuelo que ambos tienen cuando llegan los problemas…
Autor: José Antonio LUCERO – Editorial: Ediciones B. Barcelona, 2022 – Páginas: 584 – Género: Novela costumbrista – Público: General
Disfruté mucho del libro anterior de José Antonio Lucero (Rota, Cádiz, 1988), La vida en un minuto, ya reseñado en estas páginas. Dije entonces, y me mantengo, que este hombre no paraba, porque han pasado pocos meses entre sus dos novelas, al tiempo que continúa con sus clases, su blog y su canal de Youtube.
Esta novela es un pequeño homenaje a esa figura que fueron, en las guerras que luchó España en el siglo XX, y especialmente en la guerra civil española, las madrinas de guerra: chicas jóvenes y solteras, que dedicaban tiempo a ayudar y animar a los soldados, tantas veces solos en los frentes de guerra. Muchos de ellos no podían cartearse con sus familias o sus seres queridos, sobre todo porque no sabían dónde estaban, debido a los continuos movimientos obligados por las circunstancias. Estas mujeres, conociendo los problemas de estos jóvenes, escribían al frente, y recibían las cartas que servían de desahogo a los que estaban en primera línea. Una figura de una gran humanidad y – por qué no – profundamente caritativa. Durante la guerra civil, había madrinas sobre todo en el bando nacional; en esta novela, la madrina es del bando republicano, donde también las había, aunque eran menos frecuentes.
Frente de Madrid, 1936. Dos jóvenes del ejército republicano, Teófilo y Gervasio, se hacen amigos en la trinchera. Gervasio es madrileño, de ciudad; Teófilo procede de un pueblo de la Mancha, es pastor, pero tiene una gran sensibilidad y buena educación, proporcionada gratuitamente por el sacerdote de la parroquia. El primero recibe frecuente correspondencia de su familia, pero al ver la soledad de su amigo, le pide a una prima, Aurora, que se convierta en madrina de guerra de su nuevo amigo. Chico y chica encajan enseguida; sus confidencias son cada vez más profundas, y su amistad se hace cada vez mayor. Mientras tanto, las vicisitudes de la guerra en curso hacen cada vez más complicada la vida de ambos.
Reconozco que en un primer momento no me sentó bien la orientación del libro; temí encontrarme ante un nuevo ejercicio de maniqueísmo moderno, en el que los malos son siempre los que vencen, y los buenos los que perdieron la guerra. No es así en la novela, en mi opinión: es cierto que la madrina y el ahijado son republicanos, pero también hay gente muy mala en su bando, decisiones muy malas y ejecuciones injustas. Es una situación de guerra; nadie es bueno del todo. Es extraordinario, por ejemplo, el sacerdote del pueblo del joven Teófilo, e igual una monja de clausura que debe esconderse por unos días en casa de Aurora; igual que hay otros católicos poco coherentes. En todas partes cuecen habas, y no solo entre la gente que debería dar ejemplo, por sus convicciones. Que en muchas novelas modernas los cristianos son los malos; quizá porque deberíamos estar dando ejemplo y no lo damos.
La novela, extensa, se lee en un suspiro; no tiene un ritmo agotador, sino cadencioso, rápido en algunos momentos, más reposado en otros. A veces hay alguna violencia, tanto física como verbal (a mí me asustó un poco, al principio, el modo de hablar un personaje relacionado Aurora; muy desagradable y blasfemo). E igualmente me molestaron dos escenas sexuales, un poco explícitas. Pero el resto del libro es muy amable de leer. Los personajes principales son muy agradables, sobre todo Aurora y Teófilo; pero no quedan atrás los padres de Aurora, o algunos mandos del ejército republicano. Interesante la inclusión de Miguel Hernández como personaje del libro.