A Coruña, Lugo y Pontevedra avanzan en la misma línea, y Santiago y Ourense ya están estudiando el tema
Han llegado para quedarse. Lo que comenzó como una moda es hoy una realidad vinculada a la movilidad de las ciudades. Los patinetes eléctricos son una forma cómoda, económica y sencilla para cubrir pequeños desplazamientos en el día a día. Sin embargo, su convivencia con los peatones está aún por encajarse.
Para lograrlo, Vigo es una de las cuatro ciudades gallegas que ya está trabajando en la regulación de estos vehículos. A Coruña, Lugo y Pontevedra avanzan en la misma línea, y Santiago y Ourense están estudiando el tema.
En la ciudad olívica, el alcalde, Abel Caballero, viene meses alertando de la situación, y la policía local ha empezado a apercibir a los usuarios. Hasta la fecha no hay que lamentar víctimas mortales, si bien el año pasado se registraron más de una docena de accidentes con patinetes eléctricos en las calles municipales.
La DGT publicaba a comienzos de diciembre una instrucción básica para la circulación por ciudad de estos vehículos, fijando cuestiones básicas como que sus conductores podrán ser sometidos a test de drogas y alcohol, no podrán utilizar el teléfono móvil o los auriculares mientras conducen, ni circular con pasajeros o por aceras y áreas peatonales.
No obstante, debe ser cada ayuntamiento quien desarrolle una normativa local específica para regular cuestiones como los estacionamientos, el uso del casco u otros sistemas de protección.