«Puede ser que Paciencia explote en un buen goleador que potencie al Iago Aspas de 2022, que De la Torre sea un Modric Showtime y el chaval sueco estalle en una especie de Kaká del 2008, tal vez»
Cuenta una vieja leyenda que en unas montaña vivía un campesino trabajando la tierra. Dice que un día su caballo se escapó y los vecinos vinieron a consolarle, sentimos que tu caballo haya huido, el campesino respondió: tal vez.
Bakambu, Mariano, Joselu, Borja Mayoral todos estaban a falta de flecos, detalles, aristas en las negociaciones pero al final ha venido el hijo de Domingos Paciencia, uno de los hombres que ayudó a comenzar el hundimiento del Coruña.
A la mañana siguiente, el caballo del campesino regresó y con él trajo 5 caballos más que le habían seguido a su cuadra, los aldeanos fueron a felicitar al campesino por su buena fortuna, él contestó: tal vez.
Hace un par de años en este digital se alertó de que el Real Club Celta contaba con dos delanteros y ambos contaban con graves problemas con la justicia.
El Toro, ¿se acuerdan? Había dejado en vilo la vida de una joven en Sudamérica tras atropello; la joven terminó falleciendo. Santiago venía con una causa por agresión sexual en las espaldas, a nadie o a muy pocos en esta ciudad pareció importarle. Se ve que a Carlos Mouriño con un apretón de manos de los abogados de Mina le bastó, que buen hombre es don Carlos, pobrecito, lo engañaron.
A la mañana siguiente uno de los nuevos caballos hizo un extraño, se sobresalto y rompió una pierna al hijo del campesino. En cuanto la noticia llegó a oídos de sus vecinos, rápidamente todos fueron a consolarle y maldecir su mal fario, él respondió: tal vez.
El presidente del club, en dos comparecencias, ha explicado la situación y objetivos del momento. Ha considerado lógico comparar la situación de Denis Suárez, que no acepta unas condiciones concretas, con la de Santiago Mina, condenado por agresión sexual.
Todos los problemas que tiene y vaya tener el equipo celeste este año son causados por Mina y, sobre todo, Denis. Son un poco la guerra de Rusia y el cambio climático, te apañan cualquier negligencia, te explican cualquier situación y lo más importante de todo desvían los ojos del personal hacia otros cuando se buscan culpables.
A la mañana siguiente un escuadrón del ejército entró en la aldea de nuestro campesino, había estallado una guerra y venían a reclutar a los jóvenes, el hijo del campesino al tener una pierna rota se libró de ir al frente, al ser felicitado por la suerte de no tener que enviar a su hijo a la guerra el campesino respondió: tal vez.
La historia del campesino, como habrá usted comprendido, nos intenta explicar que a veces de las buenas noticias salen malas y de terribles circunstancias se puede resurgir y salir cosas buenas.
Como toda parábola se inventa para que uno piense y llegue a entender el camino sin quedarse en la simpleza de la propia historia.
Puede ser que Paciencia explote en un buen goleador que potencie al Iago Aspas de 2022, que De la Torre sea un Modric Showtime y el chaval sueco estalle en una especie de Kaká del 2008, tal vez.
También puede ser que el resto del año se deambule por los puestos de descenso, termine de reventar todo con una afición cansada de mentiras y excusas y un estadio cada vez más vacío y la propiedad del Celta deba salir de su cascarón de engaños y prepotencia, entonces seguramente alguien ajeno al Celta de Vigo venga a consolarme por jugar la temporada del centenario en Segunda, y yo responderé: tal vez.