En los años de la Segunda República española, vive en Santander la familia Pombo Aller: Cayo padre, Cayo hijo y Álvaro. Viviendo la realidad de la sociedad española, el padre es republicano y azañista, mientras que Álvaro (Alvarín, desde siempre) se ha afiliado a Falange desde el principio. El enfrentamiento entre las dos Españas se agudiza año a año; solamente con su padre puede Álvaro hablar de política, porque algunos de sus mejores amigos se enfrentan a él y rompen la amistad. En el año 1936, después de que comienza la Guerra Civil, Álvaro es detenido, para gran dolor de su padre.
Autor: Álvaro POMBO – Editorial: ALFAGUARA. Madrid, 2023 – Páginas: 328 – Género: Costumbrista – Público: Adultos
Un hombre curioso, Álvaro Pombo (Santander, 1939). Capaz de hacer novelas de las que te enamoras desde el minuto uno (como puede ser el caso de la famosa Aparición del eterno femenino…), como bodrios absolutos que toman fama debido a circunstancias personales del autor (ya sabéis, con eso de que es gay y demás… o pre-gay, como él mismo se denomina, ya que a pesar de ser homosexual declarado, está contra las manifestaciones de orgullo y el matrimonio entre personas del mismo sexo).
Pero tengo que decir que, en este caso, cuando el autor ya ha pasado los ochenta años, ha escrito una novela deliciosa. Lenta, pero llena de contenido. ¿Otra novela sobre la guerra civil española? No. Más bien un estudio social de la vida en la España dividida de los años 30. Álvaro Pombo se basa en los recuerdos familiares de su tío Álvaro, Alvarín, falangista de primera hora ejecutado en 1936 junto con otros compañeros. Y compone una historia hermosa, y en cierto modo dolorosa, mostrando las dos Españas de las que habló Machado, que podrían haberse llevado bien si no fuera…
Nos situamos en los años 30. La familia Pombo tiene problemas: además de los económicos (son una familia bien que ha perdido influencia y poder monetario, aunque aún viven con cierta holgura), la madre, Ana, ha dejado a la familia para perseguir su sueño de convertirse en diseñadora de modas (historia real: llegó a ser la secretaria personal de la célebre Coco Chanel). Atrás queda su marido, Cayo, veinte años mayor que ella, enfermo; y sus dos hijos, Cayo, que estudia en Inglaterra, y Álvaro. Este último decide regresar a Santander para cuidar de su padre. Se ha afiliado a la Falange porque considera que es su deber para con España, como han hecho varios amigos suyos. Al mismo tiempo le entristece ver cómo otros amigos que lo han sido toda la vida, se separan de él e incluso le manifiestan un odio cerval, porque se han afiliado a partidos contrarios.
Sobre esa base, el autor avanza despacio en la vida de un adolescente bueno, muy buena persona, que ha renunciado a sus estudios por atender a su padre. Con relatos de sus aficiones deportivas, de sus primeros sutiles escarceos amorosos… Y una vez presentado el personaje, el meollo del libro está – en mi opinión – en las estupendas conversaciones entre Álvaro y su padre; el falangista hablando con un republicano azañista bien convencido. Los diálogos entre ellos, muy sabrosos, quieren manifestar cómo se podría haber evitado la guerra con un poco de buena voluntad; que no había, por ninguno de los dos lados. Especialmente por el lado republicano, ya que su objetivo manifiesto era retirar cualquier resto de catolicismo o de iglesia para implantar la sumisión a la Unión Soviética. Que así lo dice el libro, no yo.
Llama la atención especialmente que el libro, publicado en 2023, y escrito por un hombre nada sospechoso de tener raíces franquistas, sea tan claro a la hora de dejar en buen lugar a los falangistas, como patrióticos y defensores de la nación. Con ideas claras y buenas. Es cierto que Pombo, el escritor, hace años que ha demostrado lo poco que le importa lo que se diga de él.
Resumo: es un libro delicioso para leer, un poco lento en su narración, pero así permite al lector ejercitar el pensamiento y asentar ideas. Quizá más adecuado para una temporada de vacaciones; pero muy interesante y aconsejable.