Raudo y veloz

«Lo cierto es que los únicos niños gallegos de entre 0 y 3 años que no podrán beneficiarse de esa gratuidad son los de Vigo. No todos, claro; sólo los que vayan a las escuelas infantiles municipales»

‘Raudo y veloz cual bala de cañón’. La frase corresponde a un buen amigo, que la deja caer de vez en cuando mientras apuramos una jarra de cerveza con la espuma pintando la comisura de los labios al mismo ritmo que se vacía el contenido y arreglamos el mundo. Resulta entre divertida e infantil, y muy aplicable casi siempre.

Por ejemplo, al alcalde, Abel Caballero, que siempre se muestra ‘raudo y veloz’ cuando toca hablar de Vigo, de las luces, de la Gran Vía, de las humanizaciones o del AVE. Incluso, también, aunque chirríe, cuando el tema deriva en escuelas infantiles, con las que esta semana se mostró ‘raudísimo y velocísimo’ para exigir a Feijóo que la anunciada gratuidad de las guarderías para todos los niños gallegos se aplicase ya en enero, y que fuese también gratis el comedor. Pena que no se acordase de pedir un cheque para mandilones, material escolar y desplazamientos del hogar a los centros infantiles. E incluso un bonus por llevar a los pequeños hasta allí.

Sin embargo, a veces conviene mostrarse raudo y veloz en otros ámbitos, por ejemplo, en lo que al cumplimiento de las normas se refiere. Porque más allá de la petición, lo cierto es que los únicos niños gallegos de entre 0 y 3 años que no podrán beneficiarse de esa gratuidad son los de Vigo. No todos, claro; sólo los que vayan a las escuelas infantiles municipales. Y no podrán hacerlo porque el Gobierno local debe 400.000 euros al Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar.

Un conflicto, esta vez sí, judicializado por el propio ejecutivo municipal, y que suma ya cuatro sentencias desfavorables. En este escenario, bien haría nuestro alcalde en mostrarse raudo y veloz para abonar esa deuda, facilitando así la gratuidad de la escuela infantil a 200 familias viguesas. Ellas nada tienen que ver con guerras partidistas.