LOS SIETE MARIDOS DE EVELYN HUGO

Monique es una joven de treinta años, recién separada de su marido, redactora de poca monta en una revista femenina. Un día, su jefa le llama para decirle que Evelyn Hugo, la famosa actriz y símbolo sexual de los años sesenta, accede a salir de su retiro y conceder una entrevista, siempre y cuando la periodista que la visite sea Monique. Ésta accede, asombrada, pues no sabe por qué la elige a ella. En la primera entrevista, la actriz le propone un trato: no sólo le concederá la entrevista, sino que le contará toda su vida, con el fin de que ella, y sólo ella, escriba su biografía.

Autora: Taylor JENKINS REID – Editorial: PLANETA. Barcelona, 2021– Páginas: 380 – Género: Costumbrista – Público: Adultos


Había visto esta novela anunciada en muchos sitios. Ha estado más de un año entre los libros más vendidos en la lista del New York Times. En España se publicó en 2020 (el libro es de 2017), y aún continúa en los escaparates de las tiendas. La crítica, sobre todo la estadounidense, le ha dedicado los elogios más generosos. Parece ser que NETFLIX ha comprado los derechos del libro para convertirlo en película. Impresionante. Todo un logro para una escritora tan joven como Taylor Jenkins-Reid (Maryland, Estados Unidos, 1983), en su segunda novela.

Voy a decirlo bien claro: MENUDO BODRIO.

La historia, que arranca con una premisa interesante, enseguida manifiesta su carencia de contenido. Lo que podría ser una historia interesante sobre las dificultades de las mujeres actrices en el Hollywood de los años 50 y 60, enseguida se descuelga de todo lo que pudiera ser profundo para convertir a los protagonistas de la historia en un grupo de personajes tan famosos en su campo (actores, productores, deportistas) como vacíos. Evelyn, la protagonista, es una mujer egocéntrica, que nunca supo amar, que incluso cuando parece estar haciendo un favor siempre va buscando su propio beneficio. Así, el recorrido del personaje principal (cuya historia cubre la novela entera) queda enseguida cortado. No se llega a ningún sitio.

La acción transcurre en unas décadas donde se construyó parte de lo que es el cine actual, con grandes maestros y mejores actores, con mil historias y posibilidades. Pero la escritora opta por el camino fácil, haciendo homosexuales a sus personajes principales, reivindicando las libertades sexuales, cometiendo el error común de juzgar épocas antiguas con los criterios actuales…

El lector tiene la sensación de estar leyendo un folletín barato, entretenido pero vacuo. De que le han estafado, vaya. El libro más vendido no tiene valor literario ninguno. Además, la traducción deja errores gramaticales – lo que nos faltaba – y a veces te quedan ganas de tirar el libro por la ventana. Y no es barato. Al final, queda ese sabor amargo de haber leído una novela que no aporta nada positivo. Que es que no han sabido ni hacer bien el mal, vamos. Es tan obvio todo lo que busca – que es subirse en la ola de la reivindicación LGTB, donde siempre hay posibilidades – que llega a dar vergüenza ajena. Qué pena, qué forma de malgastar talento.