Los trabajadores continúan haciendo su trabajo porque, según explican, desde Alcaldía consideran que es un «servicio fundamental»
Muestran su malestar porque «las máquinas las toca todo el mundo», y por ser «los primeros que recibimos las quejas de la gente»
El multamóvil sigue operativo recorriendo las calles de la ciudad para identificar a quien no ha puesto el ticket o a quien le ha caducado
Martes soleado en la ciudad desierta. O casi. Porque algunas actividades siguen su curso. Aquellas, digamos, que tienen la consieración de imprescindibles. Ya se sabe: farmacias, supermercados, tiendas de ultramarinos, algunas obras… y alguna que otra contrata municipal. Entre estas, la de la zona azul, que ha vuelto a patrullar las calles multando a aquellos que no cumplen con las normas que rigen este tipo de aparcamiento en superficie.
Una decisión que no ha sentado nada bien entre los empleados, que subrayan que la medida no partió de la empresa, sino del Ayuntamiento. Más concretamente de la Alcaldía. No en vano, el propio regidor defendía ayer la continuidad de la ORA «porque va a haber coches que van a estar uno, dos, cinco o diez días», de tal forma que resulta necesario garantizar la rotación. Algo que no comparten los trabajadores, que recuerdan que «hace nada estuvimos 4 meses padeciendo una huelga brutal, y entonces nunca fue fundamental este servicio».

Ahora parece que sí, pese a que, como ellos mismos apuntan, «estamos muy expuestos»: «La gente toca las máquinas constantemente, y detrás vamos nosotros. Hace nada estaban los de FCC desinfectando, pero al poco vuelve a pasar gente, y a tocar. Gente que, por ejemplo, en el caso de Povisa viene a ver a familiares ingresados».
El porqué de seguir patrullando las calles es algo que no saben explicar. Lo único que tienen claro es que la decisión no partió de la empresa. Es más, el propio domingo por la tarde, empresa y concello estaban de acuerdo en que no tenía sentido mantener por ahora la prestación. Algo que cambió el lunes, y que les obligó a volver a la calle, donde reciben las quejas de los ciudadanos. «Pero nosotros no tenemos la culpa, no podemos hacer nada. Les invitamos a llamar al 010 o a la Alcaldía para pedir explicaciones», afirman.
En la misma línea se alineaba esta semana Ciudadanos, quien en palabras de la coordinadora de su Gestora local, Raquel Álvarez, abogaba, «en estos momentos de dificultad, donde muchos vigueses tendrán que cerrar sus negocios o teletrabajar», por «aliviar su bolsillo facilitando el aparcamiento gratuito en zonas de pago y suspendiendo el cobro de impuestos frente a una bajada generalizada de su facturación».
En cualquier caso, lo único cierto es que en una ciudad medio desierta, los empleados de la XER siguen patrullando, en este caso, coches. Continúan, pese a todo, haciendo su trabajo, multando a quien no cumple. Y para ello cuentan, también, con un aliado: el ‘multamóvil’, que facilita la labor identificando a quien no ha puesto el ticket o a quien le ha caducado. «Parece ser que ahora es fundamental garantizar la rotación», ironiza uno de los empleados que, pese a todo, sigue sin entender nada: «Nos dicen que no hay que salir de casa y, sin embargo, aquí estamos».
Estoy con fiebre, no se si tengo el coronavirus porque el telefono 900400116, es imposible contactar con el, no voy acudir a urgencias por temor a que este colapsado, con personas con patologias complicadas, y sin embargo, tengo que bajar a poner el tiket de la hora porque el Concello necesita recaudar, señor Caballero, le invito a una reflexion, ud. es un buen alcalde, me consta, creo que deberia tener en cuenta esta situacion tan complicada, reaccione….