«Respiramos, pues, tranquilos, que aunque vengan seguidos Bilbao, Atlético de Madrid, Betis y Real Sociedad, y se encuentre el equipo celeste empatado a puntos con el descenso, al menos Burgos no seguirá la escalada de armamento nuclear en la que se encontraba»
El Pleno aprueba nuestra propuesta para abolir las armas nucleares con los votos a favor de PSOE, Cs y Podemos
❌El PP se ha abstenido
❌Vox ha votado en contra de la misma
El ayuntamiento de Burgos aprobó en pleno abolir el uso de armas nucleares el pasado 19 de enero. La medida supuso un alivio en Vitoria, La Rioja o Soria, temerosas de la potencia devastadora burgalesa.
La izquierda moderna es un poco así, hablar de nueva York y Berlín en una cabalgata de reyes, o desterrar la idea de que Burgos sea incluida en un eje con Irán y Corea del Norte.
¿Absurdo? Sí ¿Estúpido? Por completo. Pero moralmente intachable, como si llega usted a casa de un anfitrión y le promete no hacerse sus necesidades en el salón.
Esta semana el Celta ha sufrido su primera derrota en Liga con Carlos Carvalhal, y en la entrevista “flash” a Fran Beltrán le preguntó la amable periodista de DAZN por el fin de una racha de partidos sin perder.
La racha incluye una victoria agónica ante el desahuciado Elche, una eliminación de Copa y tres empates, digamos que dignos para un equipo de la zona baja.
Intachable, solo una derrota desde el 2 de noviembre, casi 3 meses de “sucesso” del técnico portugués.
Un poco después de la llegada de Carvalhal, pero un poco antes del fin de esta despampanante racha, Antonio Chaves presumía de haber gastado 128 millones en fichajes en un lustro, de haber conquistado Miami Ottawa y México, de 19 futbolistas de A Madroa en primer nivel y de los millones que va a traer el 360. Intachable. Ojalá yo me hubiera encontrado lo que se encontrará el que venga después de mi, afirmó desatado y rendido ante su propia gestión don Antonio, un héroe.
Dirá usted, lector, que le importa bien poco Ottawa si sus delanteros son los binarios, marcan 1 o 0 goles cada 18 partidos, le parecerá extraño que en la lista de los 19 canteranos aparezcan Rodrigo, Bajcetic o Denis, que aquí sí cuenta, le extrañará aún más que se queje la directiva del límite salarial y luego bloquee la salida del jugador que más consume ese límite.
Así es Carlos Mouriño y su gente, populistas de los que aquí en Vigo sabemos un rato. Se olvida el mejicano que se tiraba del tranvía en marcha para ver el Celta en su niñez de la performance que sí domina su odiado Abel Caballero, se queda sólo con las frases grandilocuentes vacías de contenido, eso sí… intachables.
¿Estará usted en contra de la expansión de la marca Celta por los cinco continentes? ¿Se quejará de un equipo que esparce la semilla de su cantera por el mundo? ¿Aunque sea en Arabia, Andorra o Ibiza? ¿Reniega de un negocio futurista no sólo para que crezca el Celta si no también para el deporte gallego? Sólo un loco, un fascista o un Riazor Blues harían tal cosa.
Respiramos, pues, tranquilos, que aunque vengan seguidos Bilbao, Atlético de Madrid, Betis y Real Sociedad, y se encuentre el equipo celeste empatado a puntos con el descenso, al menos Burgos no seguirá la escalada de armamento nuclear en la que se encontraba.