Ingenieros de la UVigo producen por primera vez una fibra de vidrio continua 1.000 veces más fina que un cabello

La fibra de vidrio es mucho más barata que otros materiales utilizados actualmente, como la fibra de carbono, o el kevlar, y se puede reciclar muy fácilmente.

El proceso del grupo LaserON, con más de 10 años de trabajo detrás, abre la puerta a múltiples aplicaciones

Más de diez años de trabajo están detrás del proceso de producción por primera vez de una fibra de vidrio continua 1000 veces más fina que un cabello humano. Los investigadores del grupo LaserON de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Vigo idearon y desarrollaron el proceso denominado Cofiblas (Continous fiberizing by laser melting, Fibrado continúo por fusión láser), que combina un láser de alta potencia y un chorro supersónico de aire para, calentando y moldeando el material de partida, conseguir fibras de vidrio continuas y de un espesor que puede ser controlado la voluntad, entre 300 nanómetros y 30 micras.

Science Advances, la revista hermana (on-line y en abierto) de Science, acaba de publicar el artículo Continuous fiberizing by laser melting (Cofiblas): Production of highly flexible glass nanofibers with effectively unlimited length, en el que se describe el nuevo proceso que permite, por vez primera, conseguir nanofibras de vidrio sin limitación de longitud, algo que hasta ahora no era posible, quedando limitada la producción de fibra de vidrio de este espesor la una corta longitud, con la te conseguí limitación en sus aplicaciones.

«Con este nuevo proceso ideado y puesto a punto por los investigadores de la Universidad de Vigo, se puede producir una fibra continua, que puede ser hilada o tejida, lo que facilita su manipulación, abre la puerta a un mayor número de aplicaciones y elimina uno de los riesgos que se asocia a los nanomateriais: la seguridad de las personas, ya que, al ser tan larga, no puede ser inhalada accidentalmente», explica Félix Quintero, primer autor del artículo publicado por Science Advances y que también firman Joaquín Penide, Antonio Riveiro, Jesús de él Valle, Rafael Comesaña, Fernando Lusquiños y Juan Pou, coordinador del grupo de investigación LaserON.

Además de que la fibra de vidrio es mucho más barata que otros materiales utilizados actualmente, como la fibra de carbono, o el kevlar, y que se puede reciclar muy fácilmente, las propiedades físicas de las fibras obtenidas a través de Cofiblas destacan, según los investigadores, por su gran flexibilidad y resistencia. «Por esta razón, resulta de interés para reforzar materiales nanocompostos y para producir composites flexibles destinados a aplicaciones de optoelectrónica. Además, al no arder, se podría incorporar la textiles ignífugos y de altas prestaciones», señala Juan Pou, que también apunta que la posibilidad de incorporar compuestos bioactivos en el material de partida, permitiría su uso en aplicaciones biomédicas, aun por explorar.

El trabajo desarrollado hasta ahora por los investigadores del grupo LaserON se centró en la optimización del proceso, por lo que para avanzar cara una posible explotación comercial del incluso, hace falta adaptarlo la una escala industrial. «Por el momento, el grupo de investigación cuenta con financiación a través de un proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación y la ayuda para la Consolidación de Grupos de Referencia Competitiva de la Xunta de Galicia», detalla Pou.