Terminada la parte más dura de la pandemia, es preciso dejar libre de ataúdes el Palacio del Hielo de Madrid. Queda uno por recoger, que nadie reclama; y se comprueba que no corresponde la identidad del difunto con la persona que se indica en la ficha hospitalaria, una mujer que sigue viva. Lo que podría deberse a un simple error administrativo resulta ser una historia muy compleja de venganzas, psicopatologías, prostitución… Trama compleja pero creíble, a tenor de la información que tenemos sobre la saturación en los hospitales madrileños durante la pandemia.
Autora: Reyes CALDERÓN – Editorial: PLANETA. Barcelona, 2022 – Páginas: 512 – Género: Thriller – Público: General
Admiro profundamente a Reyes Calderón (Valladolid, 1961), porque considero que es una de esas mujeres que han demostrado que ser mujer y madre no está reñido con una carrera profesional de lustre y brillo. Es licenciada en Economía y Administración de Empresas, y doctora en Economía y en Filosofía (como ella misma dice, estudió Economía porque se lo aconsejaron y Filosofía porque quiso). Ha dedicado buena parte de su vida a la docencia, y ha sido Decana de la Facultad de Economía de la Universidad de Navarra entre 2008 y 2014. Además, empezó a escribir novela en 2005, y hasta la fecha ha publicado ni más ni menos que once novelas. ¡Ah!, y es madre de ¡9 HIJOS! junto a su esposo, con el que lleva casada más de treinta años. Admirable, y un ejemplo a seguir.
Esta novela aprovecha una oportunidad, y es que todos conservamos casi en la retina la imagen del Palacio del Hielo de Madrid, lleno de ataúdes, durante los meses más duros de la pandemia, en 2020. Y ahí es donde arranca la novela: cuando finalmente las familias pueden enterrar a los fallecidos, hay un ataúd que no pide nadie; y es que la supuesta difunta está viva. El juez ordena la apertura del ataúd, y en su interior hay un cadáver, sí, pero de un varón, vestido muy elegante con ropas que no le vienen bien… En la investigación sobre quién será el muerto aparece, una doctora del Gregorio Marañón, Paloma Padierna, joven internista agotada tras los meses de pandemia, que fue quien firmó el certificado de defunción del difunto.
La autora, a quien algunos ya le atribuyen el título de la gran dama del crimen en España (ella lo rechaza con elegancia), teje a partir de estos mimbres una compleja y tremenda historia donde aparecen venganzas, romances, más crímenes, patologías psíquicas, prostitución, sadomasoquismo, trapos sucios de la alta sociedad madrileña… Todo con un gran ritmo, haciendo imposible a veces dejar la lectura, incluso cuando el argumento o algún personaje te dan arcadas de verdad… A Reyes Calderón no se le caen los anillos por mostrar lo más macabro de la sociedad actual, o por describir situaciones bastante tremendas. Sinceramente, no lo esperaba de ella, pero se ve que vende.
Esto es lo que reprocho de la novela: no me esperaba tanta… víscera social, por decirlo de algún modo. Es cierto que no llega a resultar en ningún momento descriptivo hasta lo grotesco; pero es desagradable. Mucho.
Tampoco me convencieron mucho los personajes principales. Paloma Padierna no está mal, pero su presentación como tutora de jóvenes médicos es un poco violenta. Y los policías… son personajes con bastante más recorrido, pero no llegan a quedar bien descritos; es una pena. Al final, tengo la impresión de que la novela resultó ser un hermoso castillo de fuegos artificiales: sí, entretenido mientras duró, pero no me quedo con nada de lo que he visto. No me ha añadido nada. Solamente un poco de sabor agridulce, en recuerdo de algunas de las situaciones que describe.