Caballero señala a los técnicos alejándose de la tramitación del patrocinio del conceirto y no desvela si hubo acuerdo previo
Después de un mes de silencio, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha retomado hoy su tradicional rueda de prensa, que hasta los pasados comicios era diario y siempre al mediodía. Y como no podía ser de otra manera, ha tocado abordar la polémica surgida en torno al concierto de Guns N’ Roses en la ciudad, con la promotora enfrascada en una batalla legal por perjuicios de los que responsabiliza al propio regidor por la falla del patrocinio municipal comprometido.
Un marco en el que Caballero se ha limitado a apuntar que todo se hizo «como los técnicos del Ayuntamiento dijeron», eludiendo responder a las preguntas de los medios sobre si, tal y como mantiene la promotora del evento, existía un acuerdo previo a la convocatoria de dicho concurso, para la organización de ese concierto, con el compromiso de ceder el estadio municipal y dar un apoyo económico.
Lo que sí que ha dicho el alcalde es que el concurso fue «abierto», afrimando que podía haberse presentado todo aquel que quisiese. Algo que, en la práctica, choca con la convocatoria hecha en su día de un concurso público para patrocinar con casi 2 millones de euros un concierto de un grupo internacional. Una convocatoria que, como es obvio, no citaba a ningún grupo, aunque las condiciones del contrato por fecha y lugar de celebración resultaban tan evidentes que la oposición y otros agentes denunciaron que parecían expresamente destinadas a la promotora que organizaba el concierto de Guns N’Roses.
Finalmente, el concurso fue declarado desierto porque la Mesa de Contratación consideró que la única licitadora no había cumplimentado adecuadamente la documentación que se le requirió. «El que crea que tiene recursos legales para defender sus derechos puede ejercitarlos», ha subrayado el alcalde.
Preguntado si es cierto, como argumenta la promotora, que hubo una reunión y un compromiso previo para patrocinar el evento, Caballero se ha limitado a afirmar que ya había contestado. Una respuesta a la que, ante la insistencia de los medios, amplió de modo breve a otra de sus tradicionales aseveraciones: «Esto no es un diálogo, es una rueda de prensa».