Diario de un padre de familia confinado: Día 10

Día 10 del año 1 después de Covid

Los ‘sintecho’

Poco más de las nueve y cuarto de la noche. En la ciudad solo se escucha el clamoroso silencio del vacío. Luces punteadas aquí y allá que proyectan sombras materiales. El ser humano se ha ido a descasar… y ya hace días. O a reflexionar. Quién sabe. 

En esas ando hoy, de reflexión. Las noticias siguen su camino. Caen a borbotones. Y entre ellas, una que me hace meditar. Esta noche, mientras escribo, 38 vecinos recuperan un pedacito de dignidad en el Berbés, en el pabellón municipal. Una infraestructura habilitada por el coronavirus. No queremos a nadie en la calle, por supuesto. Y entonces los lavamos, los aseamos, les damos un techo y, sí, por una vez hasta les miramos a los ojos. 

Porque a veces es difícil sostener una mirada. Y esas decenas, tal vez cientos de vigueses, que buscan un mal banco, un cajero o una esquina abandonada por las noches, han estado siempre ahí. También en la era antes de Covid. Pero entonces escondíamos sus rostros. Recuerdo a Richard Gere explicando el rodaje de Invisibles –Time out of mind en versión original; hay cosas de los traductores que nunca entenderé-. Tirado en Nueva York, haciéndose pasar por un ‘sintecho’ entre una multitud arrolladora de personas, grabó con cámara oculta durante horas. Nadie lo reconoció: “Me daban dinero, pero nunca me miraban a los ojos”. 

Tal vez este período nos sirva para eso: para mirarnos a los ojos. Para enfrentarnos al espejo y pensar en quién somos y en qué nos hemos convertido. Y tal vez, después de Covid, cuando echemos una moneda en un mal bote de aluminio corroído por el tiempo y el desprecio, lo hagamos, cuando menos, mirándole a los ojos. 

Pero todo esto son divagaciones del décimo día de encerrona. Una jornada tranquila y apacible con los niños que mi mujer y yo hemos toreado nuevamente. Clases online, limpieza de la casa, teletrabajo, convivencia… Un nuevo éxito cargado de fracasos cotidianos. Normal que de vez en cuando a uno le dé por divagar.