Cómo el Entrenamiento de Fuerza puede mejorar la vida de las personas mayores

Por Felipe Salazar

Entrenador deportivo y licenciado en Educación Física, Especialista en actividades aire libre.


El Entrenamiento de Contrarresistencia o Entrenamiento de Fuerza, como su nombre lo indica, consiste en someter grupos musculares contra una resistencia externa, con el objetivo de aumentar la fuerza, la potencia, la hipertrofia (aumento de la masa muscular) y el desempeño motor (locomoción, movilidad articular, entre otros). Muchos estudios científicos de revistas y organizaciones de renombre en el mundo como ACMS (American College of Sports Medicine), ya han probado la efectividad de este tipo de entrenamiento para mejorar la vida de personas de TODAS las edades, y sabemos que hoy en día existe la facilitación e inclusión de aficionados a este tipo de entrenamientos, ya que cada vez son más las personas que acceden a los centros de preparación física aquí en Vigo.

Durante muchos años el entrenamiento físico era visto solo como una parte estética o deportiva, hoy quiero desmitificarlo, el entrenamiento de fuerza para más del noventa por ciento de los individuos, que acuden a un centro de preparación física, será un facilitador de calidad de vida y salud. Cuando hablamos de ganar fuerza para el adulto mayor, automáticamente le estamos dando a ese individuo más autonomía, se genera independencia, una de las principales causas de lesiones en huesos y articulaciones e incluso la muerte (por ejemplo, caídas en la calle) en esta etapa de la vida es generada por distrofia muscular (debilidad progresiva y pérdida de masa muscular, ejemplo: sarcopenia).

Con un tejido muscular más activo y fuerte, tenemos respuestas musculares más rápidas, generando más agilidad, movilidad y resistencia, haciendo que el adulto mayor sea cada vez más activo y reactivo. Muchos mitos negativos apuntan sobre este tipo de entrenamiento, pues antes de que existieran conclusiones científicas, se basaban en experiencias empíricas, sin ningún tipo de sustento teórico o científico (Kraemer et al., 2017). Por eso el gran temor de los practicantes en empezar a entrenar en esta modalidad. Hoy con todos los recursos y conocimientos teóricos y científicos, podemos garantizar que tener fuerza muscular mejorará la calidad de vida, destacando entre los beneficios la reducción de la tasa de mortalidad, el control del peso corporal, el control de la presión arterial y la diabetes, la reducción de la discapacidad y efectos cognitivos de enfermedades degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, generando una mejor calidad de vida para los adultos mayores y la población en general.

Realizando de dos a tres entrenamientos semanales, conseguimos resultados extraordinarios en todos los aspectos físicos, fisiológicos y cognitivos del practicante de este tipo de modalidad.

Eso sí, todo ejercicio físico tiene que ser supervisado por un profesional en la materia, es decir, dejar de lado a los que creen saber algo, sin dedicar nunca tiempo a estudiar o actualizarse en este campo de conocimientos tan específicos y importantes, salen las conjeturas, entran la ciencia y el conocimiento. Solo así podrás mejorar realmente tu vida y tu capacidad física.