«Sin duda la frase que se le atribuye que mejor le define es: ‘Al amigo el culo, al enemigo que le den por el culo y al indiferente la ley vigente’ (…) Entre los aficionados y jugadores de este club ya sólo quedan tres opciones, amigo, enemigo o indiferente, escoja usted su premio»
Álvaro Figueroa y Torres fue un político madrileño al que usted y yo conocemos como el conde de Romanones. La historia ha dejado a este hombre como el ejemplo perfecto de la corrupción y el clientelismo, afrancesado tardío y quizás lo peor de todo, político de profesión.
Sin duda la frase que se le atribuye que mejor le define es: «Al amigo el culo, al enemigo que le den por el culo y al indiferente la ley vigente».
En la celeste al amigo se le da el culo y lo que pida. Hugo Mallo, capitán y vocero del régimen, decidió que tras finalizar una bochornosa derrota con goleada en Valladolid lo lógico era hablar del desperdicio de dos penales fallados en el minuto 88 cayendo 4 a 1. Como si fueran a contar doble acostumbrado él a contar de dos en dos sus pifias que cuestan puntos al equipo cada fin de semana.
Él, que cada fin de semana exhibe su falta de forma y compromiso, puede a su vez despotricar contra afición y ciudad; a él siempre se le da eso que usted ya sabe.
Aplicó Hugo la ley vigente a Aspas, el indiferente, Iago trabaja, incluso cambió este año sus picos de forma, seguro que pensando en convencer a Luis Enrique que podría ser uno de los 55 mejores futbolistas patrios, pero aún más seguro que lo hizo pensando en su rendimiento y en los beneficios que traería al club celeste su estado de forma, sin duda Iago merece que se le aplique la ley vigente.
Y la ley vigente de Mouriño, familia y allegados como Mallo, es que la culpa siempre es de otros, sean aquellos que no quieren renovar al precio que ellos dicen, sean aficionados cansados de su gestión, sea el buque insignia que falla dos penales después de haberte salvado 5 años.
¿Y al enemigo? Al enemigo ya saben, Denis ahí sigue, recibió esta semana a una comitiva de la AFE porque tiene tiempo libre.
Mientras tanto Tapia continúa jugando y Beltrán siendo imprescindible. La culpa será suya, lector, será mía, del alcalde, de la liga, de Denis, del sursum Corda.
Decía un muy letrado y famoso periodista vigués no hace mucho que en Balaídos solo se silbaba a los de aquí, a Hugo, a Brais… os nosos meniños. Olvidaba él, un amigo, cuando se silbo en este estadio a Mostovoi, se pedía plomo para Trashorras y ni un silbido para, por ejemplo, Sergio Alvarez, otro de esos que hizo más carrera por saber escoger bando que por sus méritos profesionales.
El problema que quería esconder aquel asalariado de Mou es que a quien se le pita es al disidente, al enemigo, al que manda la familia que se señale, como ha pasado con tantos, como en breve le pasará al Chacho antes de que se gire el público al palco.
Entre los aficionados y jugadores de este club ya sólo quedan tres opciones, amigo, enemigo o indiferente, escoja usted su premio.